miércoles, 10 de abril de 2013

Chile al alcance de la mano

Mi semana más reciente transcurrió en Santiago de Chile. Ya comenté en mi post anterior las sensaciones durante el vuelo de ida. Al llegar, la aeronave de Copa aterrizó en Santiago y allí mismo comenzó el efecto calidoscópico que ejerce sobre mi aquella tierra. Una semana se desdobla en muchas. Cada momento tiene su propia carga emotiva. Chile es una tierra de múltiples e intensas resonancias para mi. Por lejos que parezca estar, parece que sólo he tenido que traspasar un espejo para llegar a este mundo otro tan distante y cercano a un tiempo. Todo ello, gracias al vibrante diapasón de su historia, que viví tan de cerca ya desde mi adolescencia; a las amistades entrañables que allí mantengo a pesar de los años que han transcurrido, a ratos sin encuentros; a la manera en que entregan el afecto los que viven rodeado de las cordilleras y el Pacifico. Añádase la curiosidad que me lleva a escrutar el fenómeno de un país que atravesó una fiera dictadura, recuperó la democracia y se pavonea hoy de una economía e institucionalidad tan sólidas. Es obvio que lo primero se trata de cifras macroeconómicas y que muchas disparidades subsisten. Todo es según el ángulo desde el que se vea y la sensibilidad con que se mire. Lo cierto es que Chile siempre invita a quedarte un poco más, a regresar en un lapso cada vez más breve. Para nombrar las cosas; puedo hablar del Toño Briones y su equipo de locos maravillosos que hace ya cinco años se lanzaron al proceso siempre incierto de echar a andar una editorial independiente. No quiero volverme técnico aquí; sólo apunto a todo lo bueno que se ha hecho en y desde Ventana Abierta, justo allí donde se piensa que nada es posible. El proyecto crece y en lo personal, en él encuentro estímulo y realización; por su autenticidad y profesionalismo; por el amor con el que cada uno de ellos emprende su tarea. El resultado en lo que a mi se refiere, han sido sendas ediciones bellísimas y muy cuidadas de dos de mis obras; hay una tercera en proyecto en un plazo breve y muchos otras ideas a poner en práctica que beneficiarán a otros escritores y amigos de las letras. El viaje dura unas 12 horas con los trámites y tránsitos incluidos. Pero qué significan doce horas frente a tanto afecto y satisfacciones? ...frente al nacimiento de un libro, a una charla con estudiantes interesados, al reencuentro con Raul Zurita y otros amigos como el Sergio y la Pavella (a la que celebramos su cumpleaños cada día de todo una semana); o con la Paola y los "niños", tan sobrinos míos como los que más? ...el clima de Santiago, la cultura del vino incluida la visita a las viñas de Almaviva y Concha y Toro; el reencuentro con amigos del teatro y la música... Chile. Una estación a la que siempre he de volver a cargarme de afectos, energías y vivencias; para regresar de vuelta a este lado del mundo, el Caribe, donde también late, aunque de otra manera, la vida; y tantos otros afectos me esperan.

No hay comentarios: