jueves, 29 de marzo de 2012

Mi "relación" con Mario


Apremiado como estoy en estos días por obligaciones profesionales y literarias, echo mano a un recurso que creo válido. Quiero compartirles, con permiso de mi amigo Amir Valle, mi contribución al numero 15 de la Revista Otro Lunes, en la que se me pidió, junto a otros escritores de diferentes latitudes, escribir sobre el acto trascendente y de justicia en el que se concedió a Mario Vargas Llosa, el Premio Nobel de Literatura

http://otrolunes.com/archivos/15/php/punto-de-mira/punto-de-mira-n15-a03-p01-2010.php

(si el link no se abre, copien y peguen... ya saben)

La Feria del Libro de Santo Domingo ya está próxima (uno de los motivos de mis apremios por estos días) y quizás esta suerte de entrada reciclada sirva de abreboca para aquellos que acuden a las Ferias en busca de las obras de este insigne peruano. Espero me perdonen el pecadillo cometido. Con afecto siempre.

viernes, 16 de marzo de 2012

Mi(s) abuelo(s)

Hace mucho tiempo, tanto que no recuerdo los detalles del texto; escribí un pequeño ensayo sobre la condición de ser un hombre que crece sin abuelos. Cuando nací, tanto el paterno como el materno ya habían fallecido. Un aciago día comprendí lo impactante que puede ser esa suerte de orfandad. Ahora el director Albert Xavier con su magnífico corto “Mi abuelo” ha vuelto a remover ese sentimiento de una manera muy especial: con un homenaje a la abuelidad, que tambien me toca de cerca (ahí están mis nietos Joelito, Angie y Sophie para demostrarlo).


Desde un mismo banco, frente a un mar que parece haberse amansado para contemplar la escena, un abuelo (un maestro del oficio como Miguel Angel Martinez) y su nieta favorita (la vibrante Isabel Polanco) hacen un viaje a través del tiempo,
de la mano de ese amor tan único como el que puede darse entre abuelos y nietos. Sin recursos lacrimógenos ni abigarramientos innecesarios; el dominicano-americano Xavier le canta a la necesidad y la posibilidad de defender los sueños por imposibles que parezcan. Los actores salen airosos en el desafío de mantener la tesitura emocional, con gracia y frescura. La cámara trabaja con limpieza y buen tino, de la mano de un director empeñado en fotografiar los sentimientos y poner todo el esplendor de la realidad en función de estos.

“Mi abuelo”; el corto, triunfa en la prueba. Si mis palabras no fueran suficiente crédito; ahí está la invitación al Festival de Cannes, a cuya muestra acude por primera vez una obra de autoría y temática dominicana. Auguro que en su exhibición, muchos espectadores harán el periplo que yo mismo hice en la noche de apertura de la Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo; cuando la belleza y el tema de la obra me devolvieron a aquel tiempo, tan lejos ya, en que escribí un pequeño ensayo sobre la dolorosa condición que me tocó de ser un hombre que crece sin abuelo y, como los personajes en el corto de Albert, sufre la pérdida pero no deja jamás de soñar y de hacer por alcanzar los sueños.

domingo, 11 de marzo de 2012

Es domingo y llueve


Es domingo y llueve, pero no es como cualquier domingo de lluvia.

Algo tremendo se prepara. Lo siento. Tal vez solo respondo a las emociones de lo bueno y lo malo recién vivido; o a la intuición de lo nuevo y lo positivo que se acerca. Pero hoy es domingo y siento cada segundo como una inyección de proteína para el espíritu; y cada gota de agua cae como un elixir que cura heridas, alivia desencantos, estimula la percepción de lo bueno que acecha siempre ahí, al alcance de la mano, esperando ser descubierto por el olfato avisado...

No me creas. Todo puede ser engañoso. Mañana puedo no estar vivo. Quién puede anticiparlo? En estos días un amigo habla constante y alegremente lo efímero de la vida; otro escribe poemas a la mujer que ama y mi hijo ha crecido en el amor a su hija que hace dos días cumplió su primer año. Mi hija no le pide demasiado a la vida pero la vive con alegría y la enfrenta con entereza. En torno a mi bullen los proyectos que me invento y otros que salen a mi paso. Escribo, leo y padezco menos las vicisitudes cotidianas no importa si aumentan o disminuyen.Ya no advierto esos cambios. Amo y soy amado, celebro cada minuto y aun... me queda tiempo en este domingo de marzo para disfrutar la lluvia, con esa mezcla de alegria y tristeza que producen su sonido alegre y la grisura del dia. Escucho a Ellis Regina tejiendo su voz entre las gotas de agua "Son dois pra la, dois pra ca..."

Es domingo y llueve. No te dejes llevar por sentimientos oscuros. Detrás de ese gris, y del agobio; de los horrores y las malas noticias, las estrecheces y la confusión... la vida se prepara para ser vivida y hay que celebrarla. No te engañes; respira profundo y vive a fondo este momento!

No hay mañana sino un hoy permanente... mientras dure. Después; el final. No hay más.