sábado, 4 de febrero de 2012

La hora de los hornos


Ayer supimos que, a pesar de que la Presidenta de Brasil le otorgara la visa a Yoani Sánchez, la corajuda bloguera no recibió (por decimonovena ocasión) el permiso de salida que debe otorgarle quien determina las vidas de todos y cada uno de los individuos en Cuba: el poder militar. Por otra parte, las redes sociales daban cuenta de un incidente ocurrido en Santo Domingo el pasado 28 de enero, que se saldó con una bofetada propinada por el Embajador de Cuba a un ciudadano cubano residente en la República Dominicana. Hoy despertamos con el festinado anuncio de la salida a la luz de unas memorias del caudillo cubano. Me pregunto qué subyace tras esta especie de ofensiva; esta revuelta agresiva en varios flancos. Acaso resuena la marcha triunfal de un régimen, o se escucha su pataleo decadente ante un final inevitable?

En mi entrada anterior en este blog mencionaba “esa ilusión que aun mantenemos algunos; la de que este mundo, por mal que parezca estar, no ha perdido del todo cierto sentido de decoro... ni la capacidad de enfrentar lo inevitable con el absurdo del gesto poético, con la ilusión de un futuro posible y digno”. No puedo sino pensar que pronto Yoani y todos los cubanos de dentro y de afuera podrán entrar y salir de la isla libremente, sin depender del visto bueno de los gendarmes que hoy determinan sus vidas; expresarse sin temor a que sus ideas por diferentes que sean, puedan ser acalladas con violencia; recuperar las memorias de varias generaciones en su reencuentro con su país, con su cultura de vida y con la historia... O acaso sueño?

2 comentarios:

Diana Sarlabous dijo...

Excelente, Alejandro. Es increíble que esto esté pasando, aunque al mismo tiempo es alentador pues refleja la desesperación del régimen, que sabe que sus días están contados. Cómo un gobierno puede negarle la salida del país a una persona que se supone es un ciudadano libre, especialmente cuando goza del permiso de entrada a otro país?

Feliz Mutiz dijo...

Ale querido, estoy observando con atención tus últimos posts y me parecen muy certeros, ya sé que le vas a dedicar más tiempo al blog. Te felcito por tus escritos y sí, es un absurdo lo que sucede en nuestro país. Espero que todo acabe de una vez. Un abrazo fuerte.